POLÉMICA: Campeonato de fútbol alemán hace ritual satánico con el público gritando “Lucifer toma nuestras almas”
Conocidos como “Los Diablos Rojos”, presentaron un collage que representa a un demonio con cuernos y alas, sentado sobre un pentagrama invertido, un símbolo vinculada al satanismo.
Junto a la exhibición, los seguidores mostraron letreros con mensajes que hacían referencia al diablo, aumentando la incomodidad por el evento. Este tipo de acción, poco común en el fútbol profesional alemán, ha provocado discusiones y gran descontento en las plataformas sociales.
“Llévanos hacia la luz, reina del mundo, surge del abismo. Escúchanos, Lucifer, y sal del abismo, toma nuestras almas”, decía la multitud en las gradas del estadio.
Los videos del suceso se compartieron en redes sociales, recibiendo duras críticas de muchos usuarios.
“Es la misma sociedad alemana que rechazó el cristianismo por motivos supuestamente científicos”, comentó un usuario en internet.
Otro hombre opinó: “Es asqueroso y vil”.
“Un equipo en Brasil hizo esto y todos vimos las consecuencias”, recordó otro aficionado.
La afición del Kaiserslautern tiene un historial de usar imágenes satánicas, como fue evidente en la final de la Copa de Alemania 2024 cuando mostraron un mosaico en el cual un diablo sostenía el trofeo.
Este tipo de expresiones muestra una tradición provocativa que intenta desafiar reglas establecidas. Otros equipos, como el Manchester United, también han incorporado símbolos relacionados con el ocultismo en su historia.
El Atlético Paranaense creó una controversia en 2023 con una campaña que proponía “pactos satánicos”, utilizando rituales y elementos ocultistas en un video promocional durante su mala racha de victorias. Esta campaña coincidió con su posterior descenso a la segunda división brasileña, avivando los debates sobre superstición y responsabilidad institucional.
El pastor Teo Hayashi critico públicamente estas actuaciones, advirtiendo sobre la trivialización de lo oculto en la cultura popular. Sus observaciones subrayan la tensión entre la libertad creativa de los clubes y la percepción pública de estos símbolos, especialmente en contextos con un fuerte componente religioso.
“La gente considera los aspectos de la fe como si fueran imaginarios. El mayor engaño del diablo fue convencer al mundo de que no está presente. Minimizar la existencia y el impacto de los demonios no implica que no existan. No cambia el hecho de que siempre buscan una forma de acabarte, robarte y destruirte”, afirmó.
“La fe cristiana no solo reconoce la realidad espiritual, sino que se fundamenta en ella. No podemos ser superficiales respecto al mundo espiritual”, concluyó.